No todos los aros son adecuados para cualquier prescripción óptica. La elección del armazón influye en la comodidad, el ajuste y la calidad visual de los lentes. Factores como el tamaño, la forma y el material del aro pueden afectar el grosor y el tipo de cristal recomendado.
Si tu prescripción es baja, puedes optar por casi cualquier tipo de montura, incluyendo modelos delgados y sin marco. Sin embargo, si tu graduación es alta, es preferible elegir aros más pequeños y resistentes para evitar lentes gruesos y pesados. Los armazones de acetato o metal con bordes completos ayudan a sujetar mejor cristales con mayor graduación, mientras que los modelos al aire pueden no ser los más recomendados para prescripciones elevadas.
También es importante considerar el tipo de lente que usarás. Por ejemplo, los lentes progresivos requieren monturas con suficiente altura para una correcta transición entre las zonas de visión. Además, algunas monturas curvas, como las deportivas, pueden generar distorsiones ópticas si no están diseñadas específicamente para lentes graduados.
Por ello, es recomendable consultar con un especialista antes de elegir un aro, asegurando que sea compatible con tu prescripción y necesidades visuales.
Aunque hay muchas opciones de monturas, no todas son ideales para cualquier graduación. Elegir el aro correcto garantizará comodidad, estética y un rendimiento visual óptimo.